Es la última parte de la trilogía del
Diván de Becca que tanto me ha encantado y que ha escalado a una posición muy
alta dentro de mi lista de favoritos. Antes de leer esta tercera parte te
recomiendo que leas la primera y la segunda. Estas son las entradas de las
anteriores:
Becca
y su diván siguen recorriendo España buscando pacientes a los que ayudar con
sus fobias. Pero claro, todo no es tan fácil. Después de dejarnos con la boca
abierta con el final del segundo volumen, este tercero no baja la intensidad,
si no que la aumenta aunque eso no pareciera posible.
Para
mí, éste es el libro de Axel. Por fin empezamos a conocerlo de verdad, con sus
luces y sus sombras. Sus secretos, sus motivaciones, sus sentimientos… Becca
irá descubriéndolo todo muy poco a poco, con mucha dificultad, usando su
maravillosa empatía. Los dos personajes van creciendo y madurando, abriéndose y
enfrentándose a sus miedos.
Esta
tercera parte tiene escenas magníficas y apoteósicas, como la del parto, en la
que no podía dejar de reír pero que al terminar te deja con un sabor de boca
muy emocionante y tierno. Marina y Roberto son dos personajes absolutamente
sorprendentes.
Pero
también está Noel, el amigo de Axel, y por supuesto Ingrid y Bruno con su
relación, y Carla y Eli, y la inmejorable Fayna… Muchos frentes abiertos que
terminan en este libro y a los que se va a echar mucho de menos.
También
van a darse respuesta a todas las preguntas que nos hemos ido formulando a lo
largo de la trilogía: ¿Qué tal le va a los pacientes? ¿Qué ocurre con David?
¿Quién es Vendetta?
Lena
Valenti lo vuelve a conseguir: me emociona tanto que incluso hace que se me
salten las lágrimas pero con Becca todo esto siempre va acompañado por una
sonrisa. “El diván de Becca” ha superado con creces las expectativas que tenía
acerca de esta trilogía, y eso que no eran bajas. Creo que es una de las
mejores y más divertidas protagonista femenina que me he encontrado, que cuenta
las cosas de una manera sencilla, con un lenguaje coloquial, como si te la
encontraras un día por la calle y te fuera narrando sus experiencias, incluso
se pueden llegar a imaginar los gestos que va haciendo.
Y…
¿Quién sabe si habrá continuación? Viniendo de Lena Valenti, todo es posible.
Sin duda, una de las mejores contadoras de historias de nuestro país en mi
opinión.
“Porque en el
amor real no hay dignidad ni orgullo. Se ama y se quiere con todo, a pesar de
las consecuencias”
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