Incluida
dentro de la colección “Amor en cadena”, es la segunda novela que leo de esta colección
y estaba deseando hacerlo porque me encantó la primera:
La
historia es independiente de la anterior. Se puede leer sin necesidad de haber
leído “Perdición texana”. Tienen
relación, están “encadenadas” pero son historias diferentes.
Antes
de continuar, debo confesar que siempre me ha llamado mucho la atención Hawái,
me encantaría poder ir algún día. Y que este libro tenga mucha relación con
este archipiélago, pues ha hecho que mis ganas aumenten. Lorraine Cocó describe
los entornos de manera que los puedo visualizar y sentir que estoy allí con los
protagonistas. Ha sido una experiencia maravillosa.
Andy
trabaja en una especie de agencia de viajes y de repente el que era su jefe se
jubila. Toma el control su nieto, Daniel, y nada más verlo Andy notará algo
especial… Debido al trabajo deben viajar juntos a Hawái, de donde Andy tiene
antepasados, y allí vivirán situaciones que cambiarán sus vidas para siempre.
Aunque a ella él le gusta, no dejará que ocurra nada porque teme peligrar su
adorado trabajo. La fama de mujeriego de él tampoco ayuda… ¿se rendirá Andy
ante el amor? Para descubrir eso, deberás leer el libro y no te arrepentirás.
Debo
decir que si el primero me encantó, este me ha parecido aún mejor. No es un
libro demasiado largo, de hecho se me ha hecho muy corto y además es muy rápido
de leer, en unas horitas te lo has terminado. La historia engancha desde el
primer capítulo. Es romanticismo puro, no hay que esperar otra cosa. Y el
entorno donde se desarrolla la historia es mágico, tiene un papel protagonista.